Nicaragua: El tabú de la doble ciudadanía no es retroactivo

La dictadura afirma que la reforma no será retroactiva ni afectará a quienes ya tuvieran doble o triple nacionalidad antes de 2026.
HAVANA TIMES – El martes 20 de mayo de 2025, el presidente de la Asamblea Nacional de Nicaragua, Gustavo Porras, defendió la reforma constitucional propuesta por los esposos y autoproclamados copresidentes, Daniel Ortega y Rosario Murillo. La reforma despojaría a los nicaragüenses de su nacionalidad si adquieren otra a partir de 2026, bajo el argumento de que “nadie debe servir a dos patrias”, informó Confidencial.
La enmienda constitucional, propuesta con carácter de urgencia por Ortega y Murillo, afecta los artículos 23 y 25, que se refieren a la “nacionalidad nicaragüense”, y fue aprobada en la primera sesión legislativa el 16 de mayo de 2025.
Cuando la reforma entra en vigor, los nicaragüenses por nacimiento perderán su nacionalidad al adquirir otra.
También establece que los extranjeros podrán naturalizarse tras renunciar a su nacionalidad de origen; y en el caso de los centroamericanos de origen que residan en Nicaragua, tendrán derecho a optar por la nacionalidad nicaragüense sin tener que renunciar a la suya.
La medida afectará a los nicaragüenses en el exilio, sean opositores o no, que deseen solicitar otra nacionalidad en su país de acogida una vez que la reforma se apruebe en la segunda sesión legislativa, es decir, el próximo año, y se publique en el diario oficial La Gaceta.
Porras afirmó que la enmienda constitucional no afectará a los nicaragüenses que ya poseen doble o triple nacionalidad, ya que en Nicaragua las leyes no son retroactivas a menos que beneficien a un delincuente.
La pérdida de la nacionalidad nicaragüense para quienes obtengan otra “se hará efectiva después de que entre en vigor oficialmente la reforma constitucional”, señaló, es decir el próximo año.